Vuelve el canon digital
A lo mejor lo habíais echado de menos, pero ya está de vuelta para quedarse y con características nuevas que te pasamos a relatar
¡Un pasito más y lo tienes!
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Quizá hace demasiado tiempo que no oías hablar de él. De hecho, estabas a punto casi de volver a asociarlo a Pachelbel si te gusta la música clásica o asociarlo a una marca de cámara de fotos y no buscarle más polisemia al asunto. Pero cuando menos lo esperábamos, aquí estaba, acechante, aguardando su momento para volver a plantarse en nuestras vidas. Saluden con toda la vitalidad que tengan a nuestro viejo amigo, el canon digital.
Pero ¿Qué es ese canon digital? Nos ceñimos a la descripción oficial: Es una tasa que se aplica a los equipos electrónicos y soportes que sean capaces de producir, almacenar o reproducir copias de cualquier tipo de contenido, como vídeos, archivos de música o imágenes.
Con ese dinero se trata de compensar por el concepto "copia privada" a los autores que, según la Ley de Propiedad Intelectual, tienen "derecho irrenunciable" a cobrar una cantidad por cada reproducción que se haga de su obra.
Esto de compensar por realizar una copia determinada viene de lejos ya en nuestro país. Concretamente en 1987. En el 96 se introdujo el concepto de canon, centrado en casettes y cintas VHS. Pero claro, la cosa se desmadró del todo cuando llegaron los nuevos soportes tecnológicos y, por supuesto, Internet. Así, en 2006 estalla la bomba. Bajo el mandato de Rodríguez Zapatero el gobierno aprueba el gravamen de los nuevos dispositivos. Esta medida antipopular para la gran mayoría de los usuarios se hizo con un claro objetivo, luchar contra la piratería, en su apogeo máximo en aquella época, y acabó por derogarse en 2011 ante la presión popular y su declaración como nulo por parte de la Audiencia Nacional.
El canon, en el ojo del huracán
Seis años después vuelve a sentarse en nuestra mesa, propiciado por la amenaza de multa por parte de la Comisión Europea. El gobierno de Rajoy le ha visto las orejas al lobo y acaba de aprobar un gravamen de 21 céntimos de euro para los DVD vírgenes, 1,10 euros por cada 'smartphone' y 3,15 euros por cada 'tablet'. Eso sí, quedan exentos de este pago las administraciones públicas y determinados profesionales del sector que justifiquen que van a realizar un uso profesional de esos equipos. El objetivo es, sin duda compensar de cara a reparar el daño causado a artistas, autores, editores y productores por las copias lícitas.
Está por ver si la medida resulta efectiva y sirve para su cometido teórico, aunque bien es cierto que estamos inmersos en una época donde se ha normalizado el pago por visión, el uso de las plataformas OTT y el pago mensual de tarifas para disfrutar por contenidos. En tiempos de Netflix, HBO y Spotify, donde la piratería se ha visto muy reducida, el canon digital te vuelve a saludar. Y tú, ¿Cómo ves esta vuelta triunfal? Cuéntanoslo.